Reportajes

Breve historia de la Red Colombiana de Lugares de Memoria

La RCLM nace en el IX Encuentro Regional de la Red de Sitios de Memoria Latinoamericanos y Caribeños (RESLAC) “Latinoamérica hace memoria”, que se llevó a cabo en Bogotá en el año 2015 y se constituye con 19 lugares, en su Primera Asamblea realizada en el Parque Monumento de Trujillo – Valle, el día 29 de noviembre de 2015. Al momento, la red cuenta con 27 lugares de memoria. Algunos de los lugares de iniciativa comunitaria que la componen, llevan más de veinte años trabajando procesos de memoria, verdad y construcción de una cultura de paz en medio del conflicto armado y sociopolítico que ha vivido el país.

 

La RCLM surge con el objetivo de realizar acciones que le permitan fortalecer, articular, visibilizar y proteger lugares y territorios de memoria en Colombia, como fundamento de un país en paz, con una democracia social participativa que respeta  la diversidad, la dignidad y los derechos humanos de las personas y colectividades.

En su Segunda Asamblea realizada en el Carmen de Bolívar  en noviembre de 2016, se fue configurando una geografía humana cargada de memorias. En la Red confluimos comunidades campesinas, negras, indígenas y urbanas de diversas zonas del país. En esta asamblea nos pusimos como meta participar en los diálogos de paz, en la implementación de sus Acuerdos y en la construcción de una política de memoria.

El encuentro nos permitió ver los nuevos sentidos, formas, lenguajes, que cada comunidad le está dando a su memoria: transformar el lugar en el que se ha esclavizado a los indígenas de la Chorrera en un espacio de encuentro, de construcción de la historia desde las voces de los mayores; tallar la piedra de San Lorenzo; hacer de la casi destruida estación de policía un museo, una escuela para un pueblo; convertir una montaña en un parque con senderos que llevan hasta un mausoleo; una cancha de fútbol; un árbol de tamarindo; una casa expropiada a un narcotraficante en la que se torturó y desapareció gente o aquella que se ha constituido en espacio para hacerle un homenaje a los ausentes y recuperar los saberes de la región; una maloca en la Sierra como espacio de encuentro entre los pueblos y para la sanación de los que vienen de afuera; una biblioteca; un museo; una iglesia a la que se le reparó el techo pero que en suelo tiene los rastros de una historia que la comunidad no quiere que se olvide; lugares que viajan como el Mochuelo; el bosque; el sendero de la vida…

El encuentro nos permitió ver los nuevos sentidos, formas, lenguajes, que cada comunidad le está dando a su memoria: transformar el lugar en el que se ha esclavizado a los indígenas de la Chorrera en un espacio de encuentro, de construcción de la historia desde las voces de los mayores; tallar la piedra de San Lorenzo; hacer de la casi destruida estación de policía un museo, una escuela para un pueblo; convertir una montaña en un parque con senderos que llevan hasta un mausoleo; una cancha de fútbol; un árbol de tamarindo; una casa expropiada a un narcotraficante en la que se torturó y desapareció gente o aquella que se ha constituido en espacio para hacerle un homenaje a los ausentes y recuperar los saberes de la región; una maloca en la Sierra como espacio de encuentro entre los pueblos y para la sanación de los que vienen de afuera; una biblioteca; un museo; una iglesia a la que se le reparó el techo pero que en suelo tiene los rastros de una historia que la comunidad no quiere que se olvide; lugares que viajan como el Mochuelo; el bosque; el sendero de la vida…

Como red de lugares de memoria, compuestos en su mayoría por organizaciones de víctimas y trabajando desde hace mucho tiempo en los territorios y comunidades, hemos participado de distintas instancias manifestando nuestras demandas y opiniones respecto al Derecho de Memoria que asiste a las víctimas y a la sociedad y el Deber de garantizar este derecho, que corresponde al Estado. Así, como Red hemos emitido opinión y propuestas al Estado colombiano sobre distintos mecanismos creados en el marco de construcción de la paz en Colombia para garantizar la reparación de las víctimas y la sociedad afectada por el conflicto, impulsando la No Repetición.

Una de nuestras demandas se refiere a la conformación -en proceso- del Museo Nacional de la Memoria. Como RCLM consideramos que éste debe estar fundamentado en los activos previos que los lugares de memoria han construido ya en el país, debe estar articulado con éstos como una red de iguales y abrir al debate democrático la creación de su guión y sus acciones. Pensamos que el Museo Nacional debe tener una junta directiva democrática, con una participación mayoritaria de representantes de los diferentes lugares de memoria, organizaciones de víctimas, de derechos humanos y academia y una minoría de instituciones ad hoc del Estado, todos con voz y voto.

Constituidos como Red, hemos podido hacer incidencia política, participando activamente del momento histórico en el que desarrollamos nuestro trabajo como lugares de memoria. Desde marzo de 2016, hacemos trabajo de incidencia hacia líderes de opinión, congresistas, ministerios, agencias de cooperación y embajadas. Hemos contado con el apoyo de representantes a la cámara y senadores, permitiéndonos esto –entre otras cosas- la convocatoria a la Audiencia Pública en el Congreso de la República “El deber de memoria del Estado y el derecho de memoria de los pueblos”, el 2 de junio de 2016, en la que contamos con la participación virtual de la RESLAC.

Este evento fue histórico. Por primera vez, el Congreso de la República se reunió con representantes de los diversos lugares de memoria de Colombia, la academia, organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales, entidades del Estado y la ciudadanía en general, para analizar el papel que han jugado los lugares de memoria y las comunidades que participan en ellos, durante el conflicto, la transición hacia la paz y la puesta en marcha de los compromisos establecidos en los Acuerdos.

Algunas semanas después, la RCLM envió una carta a la Mesa negociaciones de la Habana con el objetivo de solicitar la inclusión de los lugares de Memoria en el desarrollo de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad y modificaciones a la ley 1448.

A finales de 2016, poco tiempo después de la Segunda Asamblea, la RCLM se integra a la Mesa por la Verdad en la que participan 150 organizaciones. La Mesa acogió nuestra propuesta respecto a la reforma a la Ley de Víctimas y su solicitud de inclusión de los lugares de memoria en la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad, sumándose esta acción al planteamiento que habíamos hecho a la Mesa de negociaciones de La Habana. El 23 de febrero de 2017 nos dirigimos a la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final (CSIVI) haciendo las mismas solicitudes. El 6 de abril de 2017 se participa en reunión con la Unidad de Víctimas y en la audiencia de la Comisión Primera del Senado. En ellas se entrega la solicitud de modificaciones a la Ley 1448 y su decreto 4803 en lo relacionado con el Deber de Memoria del Estado.

Esta incidencia dio como resultado la inclusión de puntos fundamentales para la participación de los lugares de memoria en el Decreto reglamentario de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición – Decreto 588 de abril de 2017 :

Sobre su mandato, funciones, atribuciones y metodología, el Artículo 11 (Mandato) plantea que “la CEV tendrá como mandato esclarecer y promover el reconocimiento de: […] (12) Los procesos de fortalecimiento del tejido social en las comunidades y las experiencias de resiliencia individual o colectiva”; el Artículo 13 (Funciones) plantea que es función de la CEV, entre otras, “(7) Diseñar y poner en marcha una estrategia de relacionamiento activo con las víctimas y sus organizaciones, con iniciativas no gubernamentales de reconstrucción de memoria individual y colectiva con enfoque territorial”.

Nuestro trabajo en red también ha permitido la realización de esfuerzos comunes que ofrecen un panorama territorial y nacional de los trabajos de la memoria. Con el apoyo del Ministerio de Cultura, la RCLM montó su exposición Las Rutas de la Memoria, inaugurada en la Feria del Libro Internacional de Bogotá realizada del 25 al 8 de mayo de 2016. El 21 de noviembre de 2016, se instalará esta muestra en el Centro Memoria Paz y Reconciliación de Bogotá.

En la actualidad, desde cada uno de los lugares que conformamos la red, se ha manifestado el interés en participar activamente de los distintos momentos que implican a la creación, metodología y puesta en marcha de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad. Así, nos capacitamos e informamos para poder hacer propuestas y aportes desde los lugares de memoria, pero también, para poder trabajar en conjunto con las comunidades. El trabajo lo realizamos en lo que hemos llamado “nodos” de acuerdo a la distribución de nuestros lugares en el territorio. El Nodo Sur se reunió en el Parque Monumento de Trujillo y el Nodo Norte, en el Centro de Memoria del Conflicto de Valledupar, en agosto de 2017, para empezar a reflexionar juntos sobre este proceso de construcción de la verdad.

Recientemente, en octubre de 2017, la RCLM llega a su Tercera Asamblea con representantes de 27 lugares. Con este camino recorrido y otras metas por delante, nos reunimos en Florencia, Caquetá.  Ahí evaluamos las fortalezas y debilidades de los lugares de memoria que constituyen la red y hacemos cambios a su estructura. Pasamos de un comité coordinador a una estructura de nodos territoriales: Norte, Occidente, Sur oriente y Antioquia; aunque continúan las líneas de incidencia política, pedagogía, comunicación y archivos. Fue en esta asamblea que desde la Coordinación de la RESLAC, recibimos la invitación a ser parte de la Red de Sitios de Memoria Latinoamericanos y Caribeños, una noticia que genera mucha alegría entre los representantes de cada uno de los lugares porque, como afirma Hicho, indígena de la comunidad Wiwa de la Sierra Nevada de Santa Marta, “ya no estamos solos”.

Consideramos que la RESLAC  es un apoyo fundamental para los procesos de incidencia política que lleva a cabo la RCLM y sabemos que se verá fortalecida la preservación de archivos y el intercambio de experiencias en pedagogía de la memoria.

Los objetivos fundamentales trazados en esta asamblea son:

– Acompañar la implementación de los Acuerdos de paz con las Farc y los diálogos con el ELN; en especial, la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la no Repetición.

Desarrollar procesos de recolección de archivos y repertorios como elemento fundamental para mostrar los procesos de fortalecimiento del tejido social en las comunidades y las experiencias de resiliencia individual o colectiva.

Generar recomendaciones para los comisionados, sobre la estrategia de relacionamiento con iniciativas no gubernamentales de reconstrucción de memoria individual y colectiva con enfoque territorial.

Recoger y sistematizar las experiencias de pedagogía de la memoria realizadas por los lugares de memoria.

Generar una estrategia de relacionamiento e incidencia en pedagogía de la memoria con entidades del Estado, organizaciones a nivel nacional e internacional, universidades, escuelas, maestros, académicos, jóvenes y las comunidades

Desarrollar una estrategia de comunicaciones en los nodos y a nivel nacional que nos permita cumplir con las tareas propuestas y una a nivel nacional e internacional que haga visible el trabajo que realizan los lugares de memoria y las comunidades que hacen parte de ellos, por la verdad y en la construcción de una cultura de paz.

El 11 de octubre de 2017, la RCLM es invitada por la Corte Constitucional para presentar una ponencia en la audiencia pública sobre el Decreto 588 de 2017 por el cual se organiza la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición. Allí, la Red presenta una ponencia que busca que la Corte declare exequible el Decreto.

Los lugares en este momento están haciendo un inventario de sus archivos. Vendrá luego un proceso de sistematización, de protección y publicación o difusión. Este proceso es fundamental para mostrar a la CEV las graves violaciones a los DDHH y al DIH, pero también los procesos de resistencia, con diversos lenguajes artísticos y culturales, por medio de los cuales las comunidades han buscado contar la verdad sobre lo que les ha sucedido.

RCLM

Bogotá, 30 de octubre de 2017